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Somos mujeres que nos congregamos y batallamos por la distribución de los imaginarios sociales por medio del trabajo con archivos. En esa tarea, que implica una constante revisión y reinvención, aprendimos que la técnica y el contenido están unidos, y que en ese vínculo se tejen maneras de ser con las otras que nos dejan situar nuestra voz, nuestras manos, y habitar nuestro colectivo.

Hoy queremos mirarnos. 

Somos mujeres que nos congregamos y batallamos por la distribución de los imaginarios sociales por medio del trabajo con archivos. En esa tarea, que implica una constante revisión y reinvención, aprendimos que la técnica y el contenido están unidos, y que en ese vínculo se tejen maneras de ser con las otras que nos dejan situar nuestra voz, nuestras manos, y habitar nuestro colectivo.

Fotgrafía tomada por Liú Marino. Santiago, enero 2023.

“Como rebelde Julieta Kirkwood no cumple con la distancia convenida a una intelectual respecto de su objeto de estudio”, dice Cynthia Rimsky en el prólogo a los textos de Kirkwood compilados por Pierina Ferreti y Luna Follegati en el libro Preguntas que hicieron movimiento. Escritos feministas, 1979-1985, publicado el 2021 por Banda Propia Editoras. En esa distancia, Kirkwood, Rimsky y las editoras, se distancian de la mímesis como representación y se arrojan a ella como un método, – recordamos lo nos decía hace poco Soledad Pinto en una conversación sobre la práctica como investigación-. En este recorrido, podemos reconocer el deseo y el esfuerzo que sostiene nuestro trabajar juntas y con otras, la voluntad de educarnos, el esmero por mirarnos y cambiar, por escucharnos sinceramente, por cuestionarnos y asediar nuestras preocupaciones para que investigar y hacer archivos sea una forma de hacer y llevar la vida en lo que estudiamos. En ese transitar nos configuramos como colectivo, nos nombramos y dejamos nombrar.

En el día internacional de la mujer, de la mujer trabajadora, reivindicamos nuestro trabajo juntas, buscando otras formas para aprender, documentar, escribir y vivir. Porque nos ha tocado inventar un lugar, agradecidas de las que estuvieron antes y orgullosas de las que vendrán para dibujarlo nuevamente, porque así existimos con tensiones y contradicciones en un sistema que no es justo y que pone a las mujeres y las disidencias como cuerpos dóciles. En una constante búsqueda, desde nuestro trabajo nos esforzamos en perseguir la igualdad, y para eso como Kirkwood nos arrojamos y somos lo que investigamos. 

En medio de este día de conmemoración que pone en evidencia la lucha de las mujeres, reivindicamos una forma de investigar y hacer archivos atravesada por mujeres y por el feminismo, un tipo de trabajo que se basa en trazar nuevas relaciones y recorridos que distribuyan el mundo y sus imaginarios de una manera más justa, para que en el día a día existan las palabras y las categorías para nombrar eso que nos incomoda y ojalá también eso que anhelamos, un mundo que nos incluya a todas.

En el núcleo de Arde estamos Constanza Alvarado, Katharina Eitner, Javiera Brignardello, Fabiola Neira y Pía Gutiérrez, y en nosotras nuestras hijas, nuestras amigas, nuestras hermanas, nuestras madres y abuelas, las que escribieron, las que no sabían hacerlo pero mantuvieron vivas las historias, las que documentaron, las que nos enseñaron, las que trabajaron, las que avanzaron a pie, las que expusieron sus cuerpos, las que lucharon antes, las que seguirán luchando.