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Los residuos del cine: otra forma de filmar

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Miguel Montalva, estudiante de Estética UC y cineasta de la Universidad del Desarrollo, escribió este texto en el marco de las Pasantías Arde 2023. Para "Los Archivos Laten", Miguel propone un vínculo entre el cine, los archivos y la ecología.

En 2022, me inscribí en un taller de la Corporación Cultural Balmaceda Arte Joven llamado «Cine Reciclado Experimental». El profesor comenzó la clase con la siguiente interrogante: ¿es necesario filmar más imágenes o ya existen suficientes en el mundo? Quizás esta pregunta habría sido fácil de responder en un pasado cercano, pero hoy, con los dispositivos digitales al alcance de gran parte de la población mundial, el problema cobra notable relevancia.

El cine contemporáneo parece estar explorando este asunto, lo que se puede observar por ejemplo en películas que son parte de festivales como FICVALDIVIA, Frontera Sur, FICUNAM y el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. En instancias como estas se han exhibido una notable cantidad de óperas primas vinculadas a la reutilización de imágenes. Imágenes que son reinterpretadas por los cineastas, ya sea por su relación con ellas o simplemente para transformarlas en algo nuevo. 

Ejemplo 1: El silencio es un cuerpo que cae (2017) dirigido por Agustina Comedi . La película sigue a Agustina mientras encuentra los videos que su padre Jaime grabó antes de morir en un accidente. Los secretos familiares en torno a Jaime la hacen involucrarse, mientras que su búsqueda revela una historia marcada por la homosexualidad oculta de Jaime y su activismo político.
Ejemplo 2: My Mexican Bretzel (2019) de Nuria Giménez. Un melodrama construido a través del diario de una mujer de clase acomodada que vivió en los años 40 y 60. Un film cuyo drama nos hace reflexionar sobre nuestra relación con las imágenes.

Además, estos espacios han impulsado a diversos artistas a filmar nuevamente con herramientas obsoletas, dando lugar a obras creadas en 16mm, 35mm e incluso VHS. En estos casos, tanto la definición de archivo como el punto de vista de las obras se han visto alterados, mostrando diversas formas de intervenir las imágenes, frecuentemente poniendo a la naturaleza o la arquitectura por encima del individuo. ¿Es esto un gesto político?

En los conversatorios del Festival Internacional de Documentales en Santiago (FIDOCS), particularmente en «Ecología de las imágenes», también se ha puesto sobre la mesa este tema, a partir del efecto de la sobreproducción de imágenes en el medio ambiente. Algunos expositores propusieron llevar al cine a un nuevo lugar mediante las tres R: reducir, reciclar y reutilizar. El artista visual Pablo Chiuminatto, por ejemplo, en la edición 2020, invitó a deconstruir el significado de ser cineasta, sugiriendo que, al desligar esta práctica de la producción de imágenes, podríamos proponer un oficio centrado en la observación y la escucha. Mirar el cine desde un lugar que no implique solamente producir imágenes y ver qué impacto tiene esto.

Escuela FIDOCS, conversatorio «Ecologías de las imágenes» 2020 y 2021.

Al año siguiente, la cineasta Teresa Arredondo conectó esta idea con el concepto de obsolescencia (desechar máquinas que dejan de funcionar por un cambio tecnológico), sugiriendo que filmar con dispositivos antiguos podría ser una forma de luchar contra esta sobreproducción. En lugar de comprar una nueva cámara digital que ya ha impactado el medio ambiente, es preferible invertir en equipos ya existentes, como una buena cámara de 16mm. Esto evita la acumulación de maquinaria, desechos e imágenes, valorizando lo existente y evitando el ciclo de compra-desecho de nuestra profesión. 

Podemos creer que tanto el archivo como la ecología están intrínsecamente conectados con el cine actual, y aún cuando no podamos deducir que todos los cineastas que incorporan archivos o elementos fílmicos antiguos a su obra tienen también un discurso ecologista, sí hay un propósito de darle lugar a esas imágenes valorizando lo caduco. Así, en repetidas ocasiones creemos que estos recursos surgen de la priorización del artista por el aspecto del filme, pero de la misma forma, identificamos un camino de rebeldía contra la velocidad capitalista que impulsa la lógica de la producción cinematográfica. Logrando una respuesta desde el cine y no a partir de la interrupción de esta práctica, y aunque aún no se declare una posición sólida sobre este tema, el archivo emerge como una herramienta potente tanto para valorizar un material disponible, como para expresar el deseo de cambio y creación del autor.

Como plantea la cineasta griega Jacqueline Lentzou (2020), “reutilizar como la reinterpretación de una imagen existente, volver al pasado y comprobar si lo que impactó esas imágenes puedes traerlo al presente y verificar si generan la misma intensidad hoy en día, es una forma de respuesta desde el cine, sin detener su marcha”.

Por Miguel Montalva